La prelosa se utiliza en la edificación residencial y la edificación civil. Se utiliza preferiblemente en combinación con el muro doble para crear estructuras monolíticas y destaca por su reducido peso propio. Gracias a ello, en obra es posible utilizar grúas de menor carga para colocar la pieza semiacabada.
Gracias al reducido peso propio/volumen, los costes de transporte son proporcionalmente mas bajos que los de elementos prefabricados completos de hormigón. La prelosa se compone por lo general de una placa de hormigón de 40 – 60 mm de espesor, armaduras longitudinales y transversales y celosías rígidas en dirección longitudinal. Las celosías se componen por barras de armadura soldadas; la barra visible del cordón superior, dos barras del cordón inferior empotradas en el hormigón, así como las diagonales entre cordón superior e inferior. La unión entre la pieza prefabricada y el hormigón in situ queda garantizada gracias a la superficie rugosa de la prelosa y las diagonales de las celosías.
La prelosa se utiliza en la edificación residencial y la edificación civil. Se utiliza preferiblemente en combinación con el muro doble para crear estructuras monolíticas y destaca por su reducido peso propio. Gracias a ello, en obra es posible utilizar grúas de menor carga para colocar la pieza semiacabada.
Gracias al reducido peso propio/volumen, los costes de transporte son proporcionalmente mas bajos que los de elementos prefabricados completos de hormigón. La prelosa se compone por lo general de una placa de hormigón de 40 – 60 mm de espesor, armaduras longitudinales y transversales y celosías rígidas en dirección longitudinal. Las celosías se componen por barras de armadura soldadas; la barra visible del cordón superior, dos barras del cordón inferior empotradas en el hormigón, así como las diagonales entre cordón superior e inferior. La unión entre la pieza prefabricada y el hormigón in situ queda garantizada gracias a la superficie rugosa de la prelosa y las diagonales de las celosías.